La terapia grupal tiene como objetivo principal ayudarte a desarrollar herramientas psicológicas para enfrentar las dificultades de la vida y superar problemas de salud mental. Este enfoque se diferencia de la terapia individual al reunir a personas que atraviesan desafíos similares o comparten un interés común en mejorar su bienestar emocional.

Lo más enriquecedor de la terapia grupal es el aprendizaje que surge del intercambio de experiencias. Observar cómo otros enfrentan y resuelven sus problemas te permite adquirir nuevas perspectivas y estrategias que puedes aplicar en tu propio proceso. Es un espacio de apoyo mutuo, donde cada participante contribuye al crecimiento de los demás.

En este entorno, puedes compartir libremente tus vivencias, reflexionar sobre situaciones pasadas o expresar emociones relacionadas con encuentros anteriores. Los demás miembros del grupo pueden ofrecerte comentarios alentadores o críticas constructivas que favorezcan tu desarrollo personal.

La terapia grupal también se caracteriza por su espontaneidad. El terapeuta actúa como facilitador, pero no impone un tema específico; las conversaciones surgen de manera natural a partir de las inquietudes y necesidades del grupo. Este enfoque fomenta un ambiente de confianza y libertad de expresión.

Cada sesión tiene una duración aproximada de dos horas y está diseñada para ser un espacio transformador, seguro y enriquecedor, donde puedas crecer emocionalmente acompañado de otros.